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¿Es la masturbación un problema entre las mujeres que no tienen imágenes pornográficas en su mente? 

Quizás lleves mucho tiempo haciéndote esta pregunta en secreto. 

Esta declaración tampoco se considera concluyente sobre esta pregunta, sino más bien material adicional para la reflexión. 

Casi con toda seguridad, esta masturbación supuestamente "inofensiva" todavía te tiene tan atrapado que estás haciendo este curso ahora mismo y lidiando con ello porque en el fondo no estás en paz con tus actos. 

¡Y ahí es exactamente donde estaba! Como puedes ver en el resto del material del curso, Dios me ha hecho completamente libre de la masturbación y hoy le estoy muy agradecida por esto. Porque durante mucho tiempo me convencí a mí misma de que, debido a la falta de imágenes pornográficas, lo que hago no tiene consecuencias en mí. Lamentablemente, esto no es cierto en absoluto. 

Con cada orgasmo -no importa cómo se induzca- se liberan hormonas. Tu deseo de tener exactamente más de estas sustancias aumenta, es decir, tu deseo de tener más orgasmos se hace cada vez más fuerte. ¿Qué significa esto? Cuanto más me ocupo de la sexualidad, más la deseo. Pero además, esta espiral hacia más deseo no es lineal. A la larga, el mismo acto no conduce a la misma satisfacción. El deseo de más aumenta. Esto puede llevar, por ejemplo, a consumir más o incluso a la pornografía. Pero el verdadero problema de la masturbación es mucho más profundo. 

Intentamos procurarnos la paz por nuestra cuenta en lugar de confiarnos a Aquel que conoce todas nuestras necesidades y es la propia paz. ¿Por qué quieres masturbarte? Espero que ya hayas encontrado respuestas a esto en el curso online. 

 

En conclusión, quiero afirmar que la masturbación, incluso sin imágenes pornográficas, sigue perjudicándote porque te atas a una dependencia que siempre aumenta tu deseo de ella. Además, esta adicción te roba la paz. En lugar de "darte paz a ti misma" atándote a un comportamiento insano, quiero animarte a que seas abierta con tus necesidades y las comentes con Jesús y con personas de confianza. La auto gratificación, como la masturbación, es un camino supuestamente fácil, que, bien visto, trae consigo una gran cantidad de compañeros desagradables. 


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