¿Por qué siento el deseo descontrolado de consumir?
¿Por qué algunas veces puedo pasar días o semanas sin caer, pero en un instante todo cambia?
Una respuesta, los desencadenantes.
Otra forma que hemos enseñado a llamarles, son detonantes.
Una vez que se activan, son tan poderosos que toman el control del proceso de pensamiento. Esta es la razón por la que personas inteligentes pueden tomar decisiones erróneas en su vida.
2 tipos de detonantes
Los detonantes internos y externos.
Los detonantes internos suelen implicar un malestar emocional (o a veces físico) de cualquier tipo:
-Miedo
-Estrés
-Soledad
-Ansiedad
-Frustración
-Aburrimiento
-Baja autoestima
-Resentimientos e ira no resueltos
-Vergüenza (sentirse inútil, despreciable y/o no querible)
-Cualquier necesidad insatisfecha de validación y/o afecto
Los detonantes externos pueden ser personas, lugares, cosas y/o acontecimientos:
-Argumentos
-Reprimendas
-Inseguridad financiera
-Viajar (especialmente solo)
-Tiempo a solas no estructurado
-Consumo de drogas y/o alcohol
-Pérdidas o tragedias inesperadas
-Rupturas, cambios y pérdidas de relaciones
-Cambios de vida inesperados (trabajo, finanzas, etc.)
-Experiencias positivas muy estimulantes (casarse, conseguir un ascenso)
Por ejemplo, si alguien en proceso de libertad se encuentra inesperada mente con estímulos sexuales (por ejemplo, un catálogo de Victoria’s Secret, un cartel publicitario sexy, pasar por un club de striptease, ver a una prostituta, encontrarse con una persona atractiva, etc.) puede desencadenar el deseo de actuar sexualmente.
Consejo
Si estas caminando en tu proceso de libertad, aprender a identificar tus detonantes y detenerlos -antes de que el deseo tome el control-, tendrás muchas más posibilidades de caminar en libertad.
Si aun no inicias tu caminar en la libertad y estas listo para buscar ayuda, haz click aquí.