¿Estas en control?

No podemos ser mejores sin saber como funcionamos.

Estamos formados por un cuerpo, mente, alma y espíritu.

Cada una de esas áreas tiene necesidades y la vida que tenemos ahora, es el reflejo de como hemos aprendido a saciar esas necesidades.

¿Estas feliz con la vida que tienes?

¿Hay cosas que quisieras mejorar?

El punto de partida

Cada necesidad encuentra la manera de ser saciada, seamos consientes o no.

Veamos nuestra necesidad sexual, ¿cómo has estado cuidando de ella? Creemos que la única manera de saciar nuestra necesidad sexual, es teniendo sexo. 

Otros, aprendimos a saciarlo de forma incorrecta a través de la pornografía y masturbación.

¿Hay una forma saludable de saciar esta necesidad?

Si.

Nuestro deseo sexual puede ser interpretado también como nuestro deseo de conexión. 

Si mi deseo sexual es grande, quiere decir que así de grande es mi necesidad por sentirme cercano, conectado y amado con alguien.

Estas son 3 formas en las que puedes saciar tu necesidad sexual de forma saludable:

  • Construyendo relaciones autenticas. ¿tienes algún amigo con el que puedas ser tu mismo, compartir tus emociones sin sentirte juzgado y con quien te sientas conectado? 
  • Cuidándote a ti mismo. ¿Cuando fue la ultima vez que pasaste tiempo a solas escuchando tu corazón, procesando las emociones de la vida o cuidando de tu salud fisíca?
  • Revisando tus creencias acerca de Dios. ¿Crees que Dios esta cerca o lejos de ti? ¿Cuando fue la ultima vez que hablaste con Él? ¿Te sientes amado o culpable por Dios?

Cada una requiere ser intencional y honesto contigo mismo. 

Te invito a tomar un tiempo para pausar y reflexionar.

Nuestro deseo sexual no es malo, nos hace humanos. Pero es nuestra responsabilidad cuidarlo de una manera saludable.

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