Echemos un vistazo a cómo están las cosas en la industria de la pornografía. Muchos artistas no pasan de los 50 años, y un gran porcentaje no sobrevive más allá de los 40 años. Esto es cierto tanto para los hombres como para las mujeres. A menudo se nos presenta una imagen diferente: La de ganarse la vida, para lo cual una persona puede desconectar sus sentimientos a fin de realizar "ejercicios en grupo" ante la cámara en estado de desnudez. Después, la gente se va a casa y disfruta de su vida. 

Sin embargo, la realidad es bien distinta: En primer lugar, muchos toman drogas para poder soportar esa rutina diaria. La sexualidad no es sólo el acto físico. Se ha demostrado que las visitas regulares a burdeles pueden provocar impotencia. 

¿Por qué? Porque la sexualidad sin emoción y sin amor deja fuera una gran parte importante: Precisamente cómo el ingenioso Creador (Dios) pensó que debía ser la sexualidad. Sí, para un gran gozo y placer, pero también como un conjunto integral: Cuerpo, mente y alma forman parte de ella y nos hacen revivir como seres completos. Si la sexualidad se limita a una de estas áreas y se vive fuera de los límites protectores bien pensados, hace más daño que bien. 

El profesor Thomas Schirrmacher examinó un libro sobre pornografía - "Truth behind the Fantasy of Porn: The Greatest Illusion on Earth de Shelley Lubben". Se preguntaba si la pornografía modifica el comportamiento de las personas afectadas. Sí, el profesor Schirrmacher explicó que hoy en día la gente lleva a cabo muchas prácticas sexuales que conoció por primera vez a través de Internet. Dijo que las visitas más frecuentes son los vídeos que muestran violaciones. La gente se deja influir por lo que ve, aunque no lo experimente en la realidad.

Recientemente ha aparecido en Estados Unidos un estudio sobre la relación de la pornografía con la disfunción eréctil. Según él, la masturbación frecuente mientras se ven películas pornográficas hace que los hombres sean incapaces de hacerlo a menos que estén solos. Sin embargo, nadie habla de ello. 

Según el profesor Schirrmacher, un estudio de la Organización Mundial de la Salud ha revelado que la gente nunca ha tenido tan pocas relaciones sexuales como en la actualidad. La sexualidad real de dos personas disminuye cada vez más. También la educación sexual de los padres está disminuyendo fuertemente. Hoy en día, la educación sexual se lleva a cabo principalmente a través de la pornografía. Se trata de una evolución peligrosa, dice, porque significa que cada vez hay más mujeres jóvenes que piensan que no pueden decir que no, que tienen que participar en todo esto. Y cada vez más chicos creen que sus penes son demasiado pequeños porque no pueden estar a la altura de los de las películas porno. Además, en Internet nunca se ven preservativos. 

El profesor lamentó que hoy sea un tema tabú que no se nos permita hablar de las consecuencias de la revolución sexual. No podemos hablar de sus víctimas. Entre las víctimas están también los actores y actrices pornográficos. Su esperanza de vida media es de 38 años. Las causas de muerte son: ETS, suicidio, violencia y drogas. 

Pero los consumidores también se encuentran entre las víctimas, porque se ven influidos negativamente por la pornografía y a menudo ya no son capaces de mantener una relación real. La capacidad de amar se destruye cada vez con mayor frecuencia. Esto se ve muy claramente en el libro de Shelley Lubben. 

Los consumidores también son víctimas. Asimismo, los consumidores se ven privados de su dignidad. Piensa: ¡Te conviertes en victimario de un hermano, de una hermana, que se degradan profundamente al otro lado de la lente! ¡Pero también te degradas a ti mismo cuando perviertes el maravilloso don de Dios de esta forma tan dañina! No sólo eso, no sólo te estás profanando a ti mismo, sino que estás dañando tu cuerpo, tu alma y tu espíritu. ¡Estás recibiendo en ti mismo la paga de tu error! (Romanos 1:27) 

La psicóloga Tabea Freitag (Fachstelle Mediensucht) también dio su opinión en la presentación del libro. Preguntó cómo afecta la pornografía a los jóvenes. La respuesta: perciben todo su entorno de forma sexualizada. Aunque los jóvenes suelen percibir la pornografía como algo perverso, se ven atraídos por su hechizo una y otra vez. La pornografía les llevaría a una actitud de consumo narcisista: Tomo todo lo que quiero. Las mujeres sólo servirían para la explotación sexual. Más del 90% de los chicos consumirían porno. Lo más precioso que tenemos los seres humanos es la capacidad de amar. Tenemos que reforzar esto.