No entramos en este tema en detalle en el curso, pero es increíblemente importante que te separes de todos los vinculos del alma en los que hayas entrado debido a conexiones que no fueron santas. Por ejemplo, esto puede ser sexo que tuviste con alguien, pero tambien podría ser contacto físico inapropiado. Los vínculos del alma entre las personas también son posibles a nivel emocional y no desaparecen sin que te des cuenta, aunque ya no estés en contacto con esa persona. A menudo son vínculos subconscientes, pero influyen en tu comportamiento y tu forma de pensar. Un ejemplo de vínculo emocional malsano es cuando te abres demasiado en una relación y revelas cosas que no están en consonancia con el nivel de confianza y compromiso de vuestra relación. 

Comparación:

Para hacerte una mejor idea, la siguiente comparación puede ayudarte. Imagina que pegas dos páginas de papel aplicando una gran cantidad de pegamento y presionándolas. Si ahora quiere volver a separar estas páginas, inevitablemente quedan dos trozos, con partes de una cara pegadas a la otra, donde faltan y viceversa. Lo mismo ocurre con los vínculos espirituales. Con cada vínculo que estableces, das algo de tu alma (tu pensamiento, voluntad y emociones) y te llevas algo de la otra persona. Por eso hablamos de vínculos del alma.   

Vínculos con actores de pornografía:

Consumir pornografía también crea vínculos con los actores porno a los que hay que renunciar. La separación puede ser diferente: Rompe conscientemente los lazos con los actores con los que has creado un vínculo a propósito a través del consumo repetido. Todos los demás lazos del alma con los actores porno pueden combinarse en otra oración de renuncia.

Vínculos Emocionales:

En una relación sana, en la que la confianza y el compromiso se corresponden, este tipo de intimidad y compromiso son incluso necesarios. Sin embargo, si has entrado en una conexión con alguien que ha ido mucho más allá de tu compromiso y ahora te une a esa persona de una manera insana. Entonces es necesario devolver lo que se ha tomado y recuperar lo que se ha regalado, lo que puede hacerse a través de la oración. 

Sientes como si tu propia alma estuviera dispersa, y eso es exactamente lo que es. Pero puedes y debes recuperarla, permitir que Dios la sane. 

Oración:

Lleva cada una de estas conexiones ante Dios y ora conmigo: 

"Jesús, te traigo mi relación con..., te traigo... (menciona lo que pasó exactamente). Te pido perdón y reconozco que mis acciones fueron equivocadas. Me desprendo de cualquier conexión con.... Corto y rompo todos los vínculos espirituales, físicos y emocionales con .... . Vuelvo... y reclamo mi libertad... de... 

Te doy gracias Padre por perdonarme y ahora clavar en la cruz toda vergüenza, miedo y sentimientos de condenación. Gracias porque puedes hacer que todo sea nuevo y porque me presento ante ti como una mujer pura y sin mancha. Enséñame a actuar según tus principios y enséñame cómo quieres que viva la pureza en mi vida. 

Acepto tu perdón y tu amor. Rompo cualquier relación con esa persona. Te agradezco que puedo dejar esto contigo. Amén". 

¿Por qué es tan importante el desapego? Durante cada acto sexual, nuestro cuerpo libera la hormona oxitocina. Se trata de una hormona del vínculo. El sexo es un acto para consumar el matrimonio y es hermoso como potenciador del vínculo. Sin embargo, mal practicado, puede conducir a una dependencia malsana y fatal.

La buena noticia es que a través de esta oración le has devuelto las llaves de estas adicciones a Jesús y él realmente puede hacer todo nuevo. Perdónate a ti mismo también y no permitas que la vergüenza y las mentiras te roben tu libertad de nuevo. 

Estás llamado a la pureza y Dios te enseñará a vivir una vida de pureza, libertad y finalmente una sexualidad sana y santa si confías en Él. 

Por último, me gustaría insistirte en una cosa. En tu camino para vivir como una mujer pura, encuentra una amiga a la que puedas rendir cuentas y compartir abiertamente, sin suavizar las cosas. 

El área de la pureza en particular puede ser un gran obstáculo. No creas que puedes hacerlo todo tú sola y no te sobreestimes. Es sabio caminar junto con otros. Juntos somos más fuertes. 

Recuerda, Dios te ve como una mujer pura y hermosa. Él cree en ti. 

(Si en el pasado tuviste relaciones sexuales, pediste perdón a Dios, pero ahora en tu matrimonio tienes problemas con tu sexualidad a causa de tu pasado, quiero animarte: Ábrete, háblalo abiertamente con tu pareja y buscad juntos ayuda profesional. Merece la pena luchar por tu sexualidad y Dios quiere darte una nueva unidad. Nunca es demasiado tarde).